7 de agosto de 2015

Historias Mario Bros. #1: El sueño de Luigi.

La princesa Peach había organizado un picnic en un pequeño lago que se encontraba en los jardines de su castillo. Todos habían sido muy puntuales. Todos menos Luigi.


Peach: ¿Dónde se habrá metido Luigi?
Mario: No te preocupes, seguro que está ya al llegar. -dijo Mario, mientras untaba mermelada de melocotón en su tostada.

Las horas pasaban, y en el lago nadaba feliz un pequeño banco de cheep cheep. El sol estaba ya escondiéndose tras las montañas, y la luna se asomaba tímida. Una manada de yoshis se acurrucaba en el claro de un bosque, preparándose para dormir. 

Daisy: ¡Oh, mi príncipe! ¿Cuánto más tendré que esperar para poder admirar vuestra belleza y valentía? 
Toad: Tranquila, Luigi el Grande nunca deja plantado a nadie. Ha debido de ocurrir algún percance en el camino, pero seguro que está bien y pronto podremos disfrutar de su presencia.

Toad le dio la mano a Daisy para que no se sintiera tan sola, y juntos contemplaron la luz de la luna, esperando a que su gran héroe llegara.
Las luciérnagas brillaban e iluminaban aquella noche de una manera especial, casi mágica. Todo estaba en calma, era una noche embelesadora. 
De pronto, se escucharon unos pasos. Todos se giraron e instantes después Daisy se levantó rápidamente.

Daisy: ¡Mi amor! ¿Dónde te habías metido, dueño de mi corazón? Me he sentido tan sola... -dijo cogiendo las manos de Luigi y mirándole fijamente a sus ojos con una mirada dulce pero, a la vez, preocupada.
Luigi: ¡Lo siento mucho, cielito mío! Unos goomba me atacaron mientras venía de camino y tuve que luchar contra ellos. Venían de parte de Bowser, se ve que tiene un maligno plan entre manos. -se dsiculpó, mientras se bajaba del Yoshi amarillo en el que venía montado.

Un cheep cheep del lago saltó, haciendo una bonita acrobacia antes de caer de nuevo al agua, y un conejito salió de un matorral cercano y se acercó a Peach, corriendo hacia ella alegremente.

Peach: Luigi, debes de estar cansado. ¿Quieres pasar la noche aquí? Los demás también dormirán hoy en castillo. 
Luigi: Luigi el Grande, señorita. Luigi es el nombre que tenía antes de ser el valiente y noble caballero que soy ahora.
Peach: ¡Perdone mi falta, honorable Luigi el Grande! -se apresuró a decir, bajando la cabeza en señal de arrepentimiento.
Mario: Con su respeto, Luigi el Grande, me dirijo a mi habitación asignada en castillo para poder descansar. Buenas noches, y recuerda, querido hermano, quitarte la armadura antes de acostarte. 
Luigi: Por supuesto, esta vez no se me olvidará. Gracias por su sabio consejo. Puede irse a dormir.

Un pájaro sobrevoló el castillo.
Parecía que algunos animales se encontraban aún despiertos, haciéndoles compañía en aquella noche tan bella. 
Luigi se sentó a comer una magdalena que quedaba en el mantel de picnic. Toad y Peach hablaban sobre cuestiones del castillo y Daisy se acurrucó en el hombro de Luigi. 

Daisy: Buenas noches, mi héroe. -dijo Daisy.
Y antes de dormirse, se dispuso a darle un beso en la mejilla a Luigi.
Pero antes de que los labios de Daisy tocaran su mejilla, Luigi se despertó repentinamente de su profundo sueño.